La vida de la mujer siempre fue complicada. Nacimos, como dicen algunas religiones, de la costilla del hombre. No tenemos un origen único sino compartido y nuestra historia como mujeres no ha sido diferente.
A pesar de las diferencias sociales que existían entre hombres y mujeres en el siglo XX, Estados Unidos se vio forzado a contratar a mujeres para resolver problemas matemáticos del Centro de Investigaciones de Langley.
Comenzó así una carrera para muchas mujeres que fueron el cerebro detrás de una de las mayores operaciones de la historia, como el lanzamiento del astronauta John Glenn a órbita en una época en que las cosas buenas no se daban todos los días.
Dorothy Vaughn fue una de ellas. Una matemática afroamericana que trabajaba en un mundo de blancos y que brilló más que ellos. Fue capaz de entrenarse a sí misma en lenguaje FORTRAN para programar computadores, que es un lenguaje de programación de alto nivel, especialmente adaptado al cálculo numérico y la computación científica.
Así como la carrera espacial fue el detonante para el hallazgo de talentos como el de Vaughan, la era digital también es la causante de que muchas empresas comiencen a buscar perfiles de personas interesantes con la intención de encontrar personas con las habilidades necesarias para adaptarse a los nuevos retos en materia de tecnología.
Dime con quién andas y te diré quién eres. Dime con quién trabajas y te diré qué tipo de trabajo haces. Buscar perfiles de trabajadores que se adecúen a sus necesidades es primordial para que tengas buenos resultados en todas las áreas de tu empresa.
El cambio que supone la transformación digital no sólo tiene relación con las nuevas tecnologías, sino que trata de nuevas formas de pensar y de aprender a tomar decisiones.
Una buena forma de hacer que tus trabajadores participen de la evolución de la era digital es una tarea colectiva, pero lo más fundamental es un buen líder. Vaughn no necesitaba que le dijeran qué hacer. Iba y lo hacía y eso la llevó a ser reconocida mundialmente por su trabajo.
Ahora, ¿cómo hacer que todos los empleados participen de esta evolución?
- Establecer el punto de partida
La compra de nuevos equipos informáticos para la empresa es una acción razonable pero insuficiente para lograr la ambicionada transformación digital. Se trata de conocer cómo funciona realmente la organización hacia afuera (clientes, proveedores y la sociedad en su conjunto) y hacia adentro (empleados, socios, etc.) y qué podrían aportar estos avances tecnológicos en los sectores clave de la empresa. Esta información nos servirá para estar al tanto de por dónde comenzar. - Definir la ruta para la transformación
La compañía necesita definir un plan estratégico para implementar la transformación digital. Una vez que se establezcan los pasos a seguir, hay que precisar un plan de ejecución que contemple las acciones a corto, mediano y largo plazo. - Desarrollar una cultura común para la transformación digital
Crear una cultura empresarial que promueva esta idea entre los empleados: que la transformación digital ya está siendo implementada. Esto lo podemos lograr a través de acciones de formación, sensibilización, análisis de casos y el establecimiento de un espacio de discusión para compartir ideas. - Fomentar el liderazgo digital en la empresa a través de la formación constante La educación continua permite actualizar conocimientos y adquirir competencias además de dar a conocer los nuevos conceptos o terminologías que se están generando. Los cambios suelen traer una especie de resistencia, por eso hay que apoyarse en los empleados que sean más receptivos para que se conviertan en los líderes multiplicadores de esta transformación.
- Compartir experiencias entre trabajadores y entre departamentos
Además de la formación es importante crear los espacios para intercambiar experiencias entre empleados y departamentos. De esta manera, se podrán establecer estrategias más efectivas, con base en los conocimientos o habilidades inherentes a la práctica prolongada del trabajo. Las experiencias compartidas son las que convierten a las empresas en “organizaciones que aprenden”. - Desarrollar la capacidad de anticipación
Las empresas competitivas y de éxito son aquellas que cuentan con personal de alto rendimiento que realiza periódicamente una lluvia de ideas con la intención de analizar y buscar nuevas estrategias y modelos para el negocio en vista de los cambios que se avecinan. - Conocer el alcance de la transformación digital para cada puesto y premiar la participación
La transformación digital de la empresa empieza con los cambios efectuados en cada uno de los puestos. La compañía, la motivación y el interés manifiesto por parte de los directivos para la transformación de cada puesto es sumamente importante. Además, podría incluirse también algún sistema de premios o elementos motivadores.
La apuesta por aprovechar el talento interno no está reñida con la incorporación de nuevos perfiles calificados.
La incorporación de nuevas personas es inevitable en estos procesos de transformación. No sólo habrá nuevos roles, sino también nuevas personas con ciertas fortalezas o características que permitan encarar los diferentes desafíos.
En definitiva, la transformación digital no sólo incide en la forma cómo nuestros empleados trabajan; también es importante señalar que los mecanismos de participación digital, por su naturaleza democrática, generan una cultura de igualdad y mérito. Con ello se evita la discriminación y se garantiza que el desarrollo profesional sea a base de los aportes y talento de cada individuo, tal y como lo hubiese deseado Dorothy Vaughan.
